miércoles, 14 de agosto de 2013

La verdad tras la verdad




Hubo un gran silencio y el dragón descendió, aterrizó solemnemente sobre la árida tierra y tomó la forma de un árbol andante lleno de ramas que se movían como tentáculos. Aquel ser se acercó a un montículo y puso su rama sobre él. Plantas de todo tipo crecieron y se expandieron alrededor suyo. Obras milagrosas como estas ocurrían todos los días. Pero después de hacerlas, aquel dragón dormía durante horas. Fuese lo que fuese, o como fuese eso lo dejaba sin fuerzas. Al cabo de los días más dragones llegaban, tomaban todos la misma forma y poco a poco obraban los milagros de crear plantas y agua. En tan solo 7 años transformaron un planeta árido, en un lugar lleno de vida. 

Tardaron casi 7 años más en crear todas las especies que habían decidido que habitarían el planeta, y casi 10 en equilibrar las cadenas alimenticias. Y es que era eso lo verdaderamente complejo hasta para unos seres como ellos. Muchos de esas criaturas que habían decidido que habitarían el planeta, se extinguieron varias veces, y modificaron a otras muchas para que se adaptasen al medio.
La verdad es que muchísimas especies de las originales se extinguieron, pero esto solo era el escenario para su obra.

Cientos de años antes otros dragones con nociones en otros campos se habían esforzado en transformar la tosca atmosfera en una más ideal, pero para que se completase habían necesitado dar vida al planeta, que era como llamaban a repoblar de plantas. Todo parecía muy fácil, pero estaba lleno de trabas y de repetir tediosamente las mismas tareas hasta que todo funcionase de una manera correcta.
Tras unos miles de años decidieron crear al que sería de nuevo su conejillo de indias, decidieron darle un empujón a un ser que no era ni el más feroz, ni el más rápido y desde luego no el más inteligente, hablo de lo que hoy en día se llama ser humano.

Era algo complejo porque los detalles que definirían su evolución se tenían que dar en ese instante en el que se decidía cambiar a toda una raza de animales. Después ya no había vuelta atrás. La decisión de darles una manera tan peculiar de controlar la población rápidamente fue uno de los primeros grandes errores que habían cometido. Ningún ser conocido hasta ahora había tenido unas guerras tan grandes y desastrosas para ellos mismos. Asolaban lo que tocaban, lo que no podían conseguir lo aniquilaban y era sorprendente la velocidad que tenían para desgastar los recursos del planeta. A los que avanzaban intelectualmente antes de tiempo, los ignoraban y los que eran distintos eran despreciados o asesinados. Estos seres a menudo decían algo así como que la naturaleza era cruel. Estaban completamente  equivocados, la naturaleza es la naturaleza, la crueldad la inventaron los propios seres humanos. 

Otro problema que tenían sus creaciones era su manera de evolucionar, estaban diseñados para una evolución más rápida que la del resto de seres, pero sus avances iban por sendas equivocadas, totalmente opuestas a las lógicas y correctas. La verdadera evolución era lo que ellos llamaban “magia”, ese era el principio por el que toda criatura inteligente del universo había empezado y se había ayudado para evolucionar. Pero dado que su evolución era anormalmente rápida, era condenada y olvidada al no poderla entender. En lugar de eso, escogieron una rama para evolucionar mucho más compleja, y mucho menos eficaz. La rama que habían elegido les llevaría a la autodestrucción de sí mismos y de varios seres de su planeta. Sin embargo con esa tecnología tan estúpida nunca llegarían ni a la mitad del camino de la rama que todo ser elegía. 

Se habían empeñado en que todo lo tenían que comprender, y no solo eso, todo lo tenían que saber explicar. Para unos seres de su inteligencia, algo que puedan hacer y algo que puedan entender estaba bastante lejos de su entendimiento.

Los dragones, viendo los errores cometidos tendrían que ver el final de la película sabiendo cómo iba a terminar y sin poder intervenir. Así eran sus leyes, así había sido toda la vida. Ellos crean vida, y la ven evolucionar hasta que esa vida se extinga por completo. Después acondicionaran el planeta y lo volverán a dotar de vida. Verán  otra película. La trama del film, será tan buena como el trabajo que hayan realizado. Y así seguirán hasta que encuentren un equilibrio que dure miles de años. 


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